Tan equivocado que parece correcto

La relación entre Nikki y su marido está en crisis. Hace poco se enteró de que la engaña y está destrozada. La hermosa milf se siente abandonada y miserable, y su vida sexual se ha ido por el desagüe. Su hijastro Oliver la observa desde lejos mientras ella discute con su padre por teléfono, enfadada con él por hacerla sentir no deseada. Oliver no puede entender cómo alguien puede pasar de la estupenda figura de Nikki, ya que siempre había sentido una cálida sensación en su polla cuando ella estaba cerca. Cuando la llamada termina, Oliver hace su movimiento y anima a Nikki halagando su cuerpo. Sintiéndose deseada por primera vez en mucho tiempo, Nikki besa a Oliver. El momento es intenso y hace que la milf salte hacia atrás. Lo disfruta mucho, pero sabe que está mal. Oliver la tranquiliza diciéndole que no es nada comparado con lo que le hizo su padre, y convence a la milf para que le deje frotar sus tetas burbujeantes y su coño desatendido. Después del pervertido incidente, Nikki y Oliver empiezan a compartir momentos incómodos. Ambos están desesperados por la atención amable y el toque sucio del otro. Nikki finge estar descansando en su cama semidesnuda para atraerlo a su habitación. Siente cierta reticencia ante la idea de que su hijastro se lo monte con ella, pero pronto se encuentra mirándole directamente a los ojos mientras se atraganta con la deliciosa polla de Oliver. Su chico es tan sabroso que la bella veterana necesita sentirlo dentro de ella. Finalmente, gracias al sexy apoyo de Oliver, Nikki recupera la confianza en sí misma y presenta los papeles para divorciarse. Deseosa de una ronda más y como muestra de su gratitud, Nikki frota la pierna de su hijastro hasta llegar a su entrepierna y saca su polla para saborearla una vez más. Ahora quiere una buena follada con un toque extra de estrangulamiento, la forma perfecta de demostrarle a Oliver lo agradecida que está por su ayuda.